Puesta en valor de colección incaica
En 1993, personal del Área de Antropología encabezado por la especialista Silvia Quevedo, realizó un rescate arqueológico de un cementerio del período incaico localizado en el sector Las Tinajas, descubierto durante la construcción de un conjunto habitacional realizado por la Empresa Constructora Queylén, en Quilicura, al norte de la ciudad de Santiago. El cementerio prehispánico contaba con dos sectores funerarios, uno destinado a entierros individuales y otro correspondiente a un enterratorio colectivo de infantes, todos menores de seis años. Las ofrendas principales consistieron en vasijas cerámicas pintadas con hermosos diseños de origen diaguita, incaico y local, especialmente confeccionados para la ocasión. Aparentemente, se realizaron ceremonias rituales con ingesta de comidas en el sector del enterratorio de infantes, ya que muchos de los cántaros conservaban restos de porotos adheridos a su superficie exterior.
El sitio proporcionó una rica colección de alrededor de 80 vasijas cerámicas, muchas de las cuales venían fragmentadas. Gracias a la colaboración voluntaria de las licenciadas en Artes Plásticas, Pilar Gómez y Paulina Jara y de la Restauradora y Conservadora, Carolina Massone, se procedió a realizar las actividades de consolidación, unión de fragmentos, documentación, inventario, conservación preventiva y embalaje de la colección, dejándola preparada para los análisis ceramológicos que los arqueólogos Paola González y Rubén Stehberg, realizarán próximamente.