Repatriación de fósil de dinosaurio a China recuerda no bajar la guardia por tráfico paleontológico
Este mes fuimos testigos de la devolución, al gobierno de China, por parte del servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos del exquisito fósil de un Microraptor. El Microraptor era un dinosaurio terópodo, relacionado a las formas cuyo ancestro dio origen a las aves. También, y para que todo el mundo lo ubique, son dinosaurios pertenecientes al mismo grupo que incluye el Velociraptor. Sin embargo, a diferencia de su famoso primo, estos animales fueron mucho más pequeños (40-80 cm de largo).
Este esqueleto junto a otras piezas, de valor artístico, fueron recuperados por la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI). El fósil fue documentado falsamente como "roca artesanal" y luego como "réplica de fósil" para ocultar el verdadero contenido en el envío y que pasara más fácilmente los controles aduaneros.
Este caso me recuerda mucho el tema del tráfico de bienes paleontológicos en Chile, justamente algunos de los materiales enviados fuera del país están rotulados como "artesanías". Tal vez, de la misma manera salió uno de los fósiles más espectaculares hallados en el país, me refiero al Pelagornis chilensis.
Con esto el gobierno de Estados Unidos ha demostrado una actitud responsable frente al tema del tráfico de bienes patrimoniales, en este caso paleontológicos, de China. China es uno de los principales países de donde provienen, por ejemplo, huevos de dinosaurios y los cuales son muy conocidos en las ferias de minerales y rocas de todo el mundo.
Este caso es, seguramente, sólo uno de los pocos interceptados por los organismos de protección patrimonial en todo el mundo. Más de alguno se preguntará entonces si vale la pena invertir tanto recursos si sólo algunos de ellos podrían ser interceptados por la policía. La respuesta es sí, ya que cada vez que sucede algo de este estilo y aparece en los medios, recuerda a la población que existe interés por proteger este patrimonio, a nivel global, y las personas, por su cuenta, desarrollan cada vez conciencia cuando se habla sobre este tema.
En Chile, hace cuatro años, recibimos de vuelta, por una serie de accidentes afortunados, el esqueleto del Pelagornis chilensis. Estoy casi seguro que esta historia no la contaremos dos veces, por ello es importante que las personas que lean este resumen o que visiten colecciones patrimoniales, en cualquier institución cultural, transfieran este conocimiento a sus círculos. Es justamente el conocimiento, de la importancia cultural de estos objetos, la primera línea de acción para su protección.