Taxónomos autodidactas: sí es posible (he aquí una prueba de ello)
Entre el 2 y 4 de octubre, en la ciudad de Concepción, se realizó una nueva versión del Congreso Nacional de Entomología, organizado por la Universidad de Concepción y por la Sociedad Chilena de Entomología. En esta oportunidad, nuestro museo presentó tres trabajos sobre insectos y arácnidos (véase referencias al final); sin embargo, en esta nota quisiera contarles sobre otro asistente que pudimos conocer durante esta reunión científica, que este año desarrolló su versión número 40.
Se trata de Antonio Parra Gómez, estudiante de primer año en la carrera de Licenciatura en Ciencias con mención en biología de la Universidad Austral de Chile, a quien queremos destacar porque su presencia en el congreso de entomología representa un inspirador ejemplo.
A Antonio lo conocí hace casi dos años a través de redes sociales, pero no fue hasta este congreso que tuvimos la oportunidad de conocernos personalmente. Cuando me contactó por primera vez, en noviembre de 2017, se estaba preparando para ingresar a la Universidad, y aunque no tenía muy clara la carrera que quería estudiar, ya tenía muy bien definida su vocación por los invertebrados y por la taxonomía. Desde entonces, y gracias a estos intereses en común, hemos estado en contacto permanente, siendo frecuentes largas conversaciones que van desde los nuevos descubrimientos y aprendizajes, hasta las vocaciones y proyecciones futuras.
Temas recurrentes en nuestras conversaciones sobre invertebrados de Chile, han sido las amenazas para su conservación, la importancia de la taxonomía para conocer y proteger las especies, y como cada vez menos investigadores están interesados en desarrollarse como taxónomos. Fue así como casi un año después, y luego de muchas conversaciones, Antonio decidió iniciar su formación autodidacta como taxónomo, eligiendo para ello un grupo muy particular: los Diplópodos o milpiés, que son frecuentes en Chile, pero escasamente conocidos. Estos animales habían permanecido casi completamente abandonados durante años, ya que históricamente muy pocos investigadores se han interesado en ellos.
Desde ese momento, Antonio inició un intenso proceso de estudio y especialización, que le permitió manejar en un tiempo sorprendentemente corto, la literatura sobre las especies chilenas de milpiés. Comenzando con libros generales como los de Mayr (1) o Winston (2), no tardó en pasar de lleno a la taxonomía de los milpiés de nuestro país, analizando desde los antiguos trabajos de Chamberlin (3), hasta los recientes estudios de Shelley (4) o Mesibov (5), en una tarea compleja, pero que él disfrutaba profundamente.
En poco tiempo pasó de observar milpiés con ojo desnudo a analizarlos detalladamente bajo la lupa binocular, desde apreciar e interpretar su morfología general a estudiar detalles microscópicos de los gonopodios, que permiten el reconocimiento de las especies. A través de nuestra permanente comunicación escrita, fui testigo del proceso de especialización de Antonio y de cómo dejó de ser un simple observador curioso, para transformarse en un ávido colector y conocedor de la taxonomía de Diplópodos.
Es por eso que verlo presentando sus primeros trabajos formales en el congreso de entomología, fue motivo de una gran alegría y orgullo para mí. En esta oportunidad, Antonio participó del congreso como instructor del curso "Introducción al conocimiento actual de los miriápodos chilenos" (en conjunto con el especialista en Chilópodos (ciempiés) Emannuel Vega-Román. Además, expuso un estudio titulado "Estado del conocimiento del orden Polyzoniida en Chile", en el que resumió lo que sabemos sobre este orden de milpiés en nuestro país. Con este trabajo, Antonio logró darse a conocer entre los entomólogos de Chile como un promisorio especialista nacional en Diplopodos.
El ejemplo de Antonio Parra es digno de destacar, pues demuestra que no es necesario ser profesional con grado de doctor para formarse como especialista en el estudio de algún grupo de invertebrados. Solo se requiere ser metódico, perseverante y apasionado, para establecer la base teórico-práctica requerida. Ante el actual escenario en que el impacto del hombre está modificando de manera importante los ecosistemas naturales, resulta especialmente valioso el aporte que taxónomos amateur y naturalistas como Antonio pueden realizar al conocimiento, particularmente de grupos abandonados o poco conocidos de invertebrados.
Referencias citadas
- Mayr, E. & P. K. Ashlock, 1991. Principles of Systematic Zoology. McGraw-Hill, Inc., New York, xx + 475 pp.
- Winston, J.E., 1999. Describing Species: A Practical Taxonomic Procedure for Biologists Cambridge University Press, Cambridge, 518 pp.
- Chamberlin, R. V. 1955. Reports of the Lund University Chile Expedition 1948-1949.18. The Diplopoda of the Lund University and California Academy of Science Expeditions. Acta Universitatis Lundensis N.S. Avd., 251(4): 1-44.
- Shelley, R. M., E. D. Morrill & D. A. Faber, 2014. A julid milliped in Chilean Patagonia, and a compilation of ordinal representatives in South America and associated islands (Diplopoda: Julida). Insecta Mundi 0366: 1-8.
- Mesibov E.R., 2017. New records for millipedes from southern Chile (Polydesmida: Dalodesmidae; Polyzoniida: Siphonotidae). Biodiversity Data Journal (5): e15919
Trabajos que el MNHN presentó en el XL Congreso Nacional de Entomología
- Pérez-Schultheiss, J.: Estado del conocimiento y catálogo actualizado de los Opiliones (Arachnida) de Chile.
- Valenzuela, G. & F. Urra: Contribución al conocimiento de la familia Copromorphidae (Lepidoptera: Carposinoidea) en Chile.
- Urra, F.: Estado actual del conocimiento sobre la diversidad taxonómica de los Microlepidopteros chilenos.