Luego de las primeras lluvias de este otoño 2016 en la Región de Valparaíso, nuestro interés botánico se enfoca a revisar una localidad "tipo" llamada Los Perales del Marga Marga, área natural que a principios de 1900 fue explorada por monjes naturalistas, quienes recolectaron y enviaron a especialistas del viejo mundo, ejemplares de plantas nativas para su identificación y posterior descripción como especies nuevas para Chile. En sus inicios esta área comprendía terrenos asignados a la congregación: Los Coligues y La Retuca, que en conjunto se denominó Los Perales, cuya principal función era abastecer de trigo a las misiones.

En esta primera visita el principal objetivo del Terreno Botánico fue examinar la presencia del musgo de Costes (Costesia macrocarpa (Schimp.) Cuvertino, Miserere & Buffa), especie considerada "casi amenazada" a partir de 12° proceso de clasificación de especies del Ministerio del Medio Ambiente 2015.

En este terreno participaron también el investigador micólogo Pablo Sandoval y sus voluntarios (Daniela, Gustavo y Brandon), quienes compartían el interés de reconocer desde la micología esta localidad "Tipo" El camino es por la ruta 68, debiendo tomar el desvío a Quilpué por ruta Lo Orozco. Aquí se hace evidente el paisaje rural, donde la agricultura, la parcelación y viñas dejan ver sus intrincados límites, junto a un mosaico de vegetación nativa y exótica, donde destacan en el componente arbóreo nativo la presencia de Belloto del Norte (Beilschmedia miersii (Gay) Kosterm.), y palma chilena (Jubaea chilensis (Mol.) Baíllon.), entre numerosos Quillayes, Boldos y Litres (Fotografía 1), mientras que para las especies arbóreas exóticas destacan Eucaliptus y Pinos (Pinus spp.)

A nivel arbustivo, el matorral de quila (Chusquea spp.), es abundante en los bordes del sendero y, en laderas mas retiradas del camino se hace abundante Baccharis spp, ambas indicadoras de posibles intervenciones por quema o incendios de verano. Cuando me detengo a observar, distingo a nivel de suelo plantas no vasculares, hongos, líquenes y algas de suelo, que tapizan de verde los bordes del estrecho sendero, protegiendo la superficie del suelo ante la potencial erosión por escurrimiento superficial durante las abundantes e intensas lluvias pasadas y venideras (Fotografía 2).

Dentro de este contexto de conservación, es importante destacar que Los Perales del Marga Marga pertenece hoy en día a la reserva de la biosfera La Campana-Peñuelas (UNESCO, 1984), áreas que proponen un equilibrado cohabitar entre el ser humano y su entorno. En este sentido la escuela/museo G420 ha liderado en los últimos años trabajos de campo con sus alumnos en el área de Los Perales, quienes nos recibieron e indicaron como llegar a terrenos menos intervenidos.

Sin embargo, luego de un extenso día de caminar en búsqueda del musgo de Costes, no logramos hallarlo, aunque muy interesante fue haber encontrado gran abundancia de hepáticas foliosas pertenecientes en su mayoría a la familia Geocalycacea. Una curiosidad botánica fue el descubrimiento casual de una roca tallada en relieve con forma de cruz, tapizada completamente por musgos (posiblemente de las familias Pottiaceae y Grimmiacaea), típicos de sustratos rocosos o saxícolas, roca que quizás fue tallada por antiguos religiosos de la época (Fotografía 3).

Finalmente, y si bien pareciese desalentador no encontrar nuestra especie objetivo, era muy probable tal escenario, debido a los diversos cambios de hábitat que han acontecido en esta área en los últimos 100 años.

Sin embargo, continuaremos con su búsqueda durante este otoño e invierno 2016.